Mi nombre es Daniela Gruber y me he enamorado de varias cosas en mi vida... Sentí que a mi alrededor... Empezando por mí, había una gran necesidad de que la gente se sintiera bien consigo misma. Entendí que quería ser útil para darme y darme bienestar. Desde pequeña siempre he sentido que además de nuestro cuerpo había mucho más, vibraciones. las hojas, el agua, los animales, las personas... vibración. Y mientras me daba cuenta de lo que la sociedad exigía de mí para ser considerada 'en línea', cultivaba lo que me hacía entrar en contacto más rápidamente con lo que el ojo no captaba pero que siempre había percibido. Comencé mi viaje con el yoga de Andrè Van Elizabeth, asistiendo a su formación de 7 años para convertirme en profesor. Un día, para asistir a más sesiones de entrenamiento de yoga, decido hacer un buen viaje a Croacia, donde me encuentro con el sonido del gong por casualidad. PURA VIBRACIÓN.. A partir de ese encuentro quedó claro de inmediato que el sonido era un camino indispensable para mi vida. Don Conreaux, maestro de Kundalini y chamán, es mi Maestro de Gong. Al asistir a los diversos cursos en profundidad con él, tuve la oportunidad de convertirme en un Maestro de Gong. Mi necesidad de profundizar en el camino del sonido y el camino vibratorio a través del cuerpo, partiendo de la visión del Yoga con conocimientos de Reiki, me hace estudiar cuencos tibetanos con un Lama tibetano. Luego, en Asís, me encuentro con las Campanas de Cristal. Qué puedo decir.. El sonido había estado guiando mis pasos durante mucho tiempo para hacer más y más espacio en mí y a mi alrededor. Hoy puedo decir que el lenguaje del Sonido me apoya hacia la búsqueda del Bienestar. Con la escuela de Chamanismo de la Dulce Medicina a la que todavía asisto, y el Sonido, creo que aporto mi contribución trabajando por la bondad amorosa y la Armonía como herramientas indispensables para que todos aceleremos y arreglemos nuestros procesos de crecimiento.