Para Iolo, un pequeño pueblo en el campo del Prado, nacido el 05 de febrero de 1856 Didaco Bessi Roberto, fundador de las hermanas Dominicana de Santa María del Rosario. En 1879 el Didaco joven fue ordenado a sacerdote en tan sólo 23 años. El 20 de septiembre celebra su primera Misa en Iolo, en medio de su pueblo. Su vida sacerdotal estuvo enteramente en Iolo, primero como capellán, espiritual y, desde el 30 de marzo como ecónomo entonces 1892 como pastor. En la tarde del 08 de octubre de 1895, con la entrada solemne y la entronización del marco de la b. v. del Rosario en la casa de las futuras monjas, comienza el Instituto terciario dominicanos de las hermanas de nuestra Señora del Rosario. Las hermanas comparten con los pobres todo lo que habían y se ocupaban con dedicación a la educación de jóvenes, catequesis, el adelanto de las mujeres y para visitar a los enfermos, especialmente ésos en el final de la vida, para acompañarlos con la oración y consuelo para el encuentro con el Señor. La prueba más grande comenzó con la muerte de don Didaco, en 1919, cuando las hermanas tuvieron que experimentar años de aparente abandono de Dios. Durante la guerra las monjas con renovada vitalidad usted trabajó para aliviar el sufrimiento de los más débiles y los más abandonados y ayudaron a operar un comedor en el patio del convento, distribuyendo comida a los refugiados y desamparados. Después de la guerra, la familia religiosa comenzó una hermosa floración, que bajo el liderazgo de la madre levantó Catalina, 07 de octubre de 1962, obtuvo reconocimiento Pontificio. Ahora el pequeño Instituto asumió una fisonomía "universal": en 1968 comienza la aventura de la misión ad gentes con principios relaciones con la India. En el año 1977 la primera se abre en la comunidad de Cochin: el convento del Rosario. Poco a poco el carisma de don conquista jóvenes de nacionalidades y diferentes lugares Didaco: Polonia en 1987, Ecuador en 1991, Rumania en 2001. En 2009 abre la misión en las Filipinas, en Manila. Es un signo de la vitalidad de esa "semillita" lanzada en los surcos del mundo más que hace cien años, de un sacerdote santo y clarividente, que no confiaba en la fidelidad de Dios y el poder de la palabra. La casa de Nápoles, operado por las hermanas Dominicana de Santa María del Rosario, está abierto todo el año. Retirado servicio ofrece a los estudiantes universitarios fuera de la oficina (sólo mujeres) con 18 camas.